Mis Poemas
Yendo con cada estaci�n
Fresco, h�medo siempre c�lido.
Con la mirada de cien gentes,
y el rostro de pocos a�os.
Callado, feliz, deprimido y cansado.
Con la m�sica a cuestas
Y el sudor de unas l�grimas que pesan.
Semilla f�rtli del atardecer.
Que rehuyes el suelo de �rido caf�.
Cabello sonriente y fresco
Que quiere gritar al amanecer.
Mariposa de mil puertas
Que no ve el portal de zafiros y perlas.
Roc�o de la noche que busca el mar.
Cu�ndo llegar�s al invierno?
- Esa pradera tan lejana-
Cu�ndo tus brazos abiertos caer�n sobre la nieve salada?
Cu�ndo peque�io colibr�,
probar�s el �rbol de blancas flores de abril?
Cuando arco�ris de ensue�o abarcar�s solo el oto�o - invierno?
Cu�ndo? Cu�ndo?
Por que la envidiosa sal derrite muy pronto la nieve de marfil.
Por que el �rbol enristece lejos de su bosque azul.
Corre peque�o ni�o de anta�o,
Y con tus pies peque�os alcanza lo que tantas manos han querido obtener.
Grita fuerte en las ma�anas para que yo te pueda oir.
Sigue cantando al medio d�a para alegrar al sol con su eterno vivir,
y en las noches recuerda al lago que llora por ti.

A �l:
Lo dejar�a navegar en la quietud de mi vientre.
Matando la soledad, reinando en lo incente.
Y con sus manos .....muy lento...
quemando mis venas: lo c�lido de septiembre,
brotar� en peque�as monta�as de gris alegre.
Besar�a las praderas,
endulzando blancos dientes.
con mil doscientas estrellas.
Amar a la luna entre lo p�lido de sus piernas.
Y junto a los grillos siempre
Entonar�a motetes para la noche eterna.
y as� puso cascabeles donde era solo tierra.
domando a lo conciente que gritaba por sus penas.
Uni� al fuego con piedras y al silencio con estrellas.
Por el ocaso en las olas... y una l�grima del mar.

Camino descalza en la noche, por el asfalto sucio,
sintiendo las agujas y los vidrios.
Varios rostros mencionan mi nombre,
Bacilo un poco, pero no me detengo del todo.
Y ess que no deseo lo obscuro de las luces, ni el grito del viento.
No s� como pero me encuentro frente a una casa conocida....
demasiado, dir�a yo,
si...... es la casa donde conoc� la vela de dulce gris.
....pero no recuerdo que pas�......
s�lo recuerdo la luz.
C�mo la pude olvidar?
Si gracias a ella he caminando sin detenerme,
y no he podido descansar.
Pero qui�n te encendi�?
No pude hacerlo yo, no est� grabado en mi mente.
Porqu� tiemblo al ver esa casa?
<
Qu� pas� ah� que no he dejado de caminar?
La puerta se abri� suavemente
Dejando salir una luz amarilla.
Doy unos pasos para acercarme a ella
y una luz muy grande aparece en el umbral.
De aquella luz tentadora.
- Esa silueta tan grande me es familiar -
me observa diez minutos, se acerca a mi
y me toma de la mano.
Mi sangre circula muy r�pido y no puedo pensar.
trato de ver su rostro, pero es muy alta
Y la noche no me ayuda a discernirla.
Bajo la vista y veo sus calcetines blancos.
Caminamos varias horas, no s� cuanto recorrimos.
Pero al d�a sigiente ya est�bamos fuera de la ciudad.
Ahora puedo ver su rostro, es un j�ven que me sonr�e,
deb� de haberlo supuesto por su mano �spera y burda.
Pero no dice nada.......
Continuamos caminando por el c�sped lleno de roc�o.
en donde los insectos nos abr�an paso, como si supieran el camino.
Nos acercamos a un durazno, por fin puedo descansar.
Al sentarme a su lado y cerrar los ojos, el j�ven me besa.....
- Ya hab�a sentido algo igual -
que reconfortantes son sus manos y su boca de sal!
Empiezo a ver sombras que poco a poco se van llenando de color.....
Ahora recuerdo todo, y mi cuerpo se llena de coraje que trato de disimular:
Act�o discreta.
Busco desesperadamente algo que me d� la salida
y el �rbol grita a mi interior
beso al j�ven con la misma ternura que me dio
y lentamente le acerco al durazno,
a unos cuantos metros de �l, lo empujo con unas fuerzas,
que no s� donde pude obtener.
y la rama se incrusta en su garganta.
�Cu�ntas veces desee esto� �que descanso me da su sangre blanca�
Contemplo su cuerpo inherte y sonr�o.
Podr�a quedarme tres a�os o mas as�.
Pero subo al �rbol y duermo entre sus ramas.
Cuando despierto es de noche de nuevo, pero no es como las dem�s,
su cuerpo est� rodeado de grillos que bailan y cantan sin cesar.
Me uno a ellos por la eternidad.

Me dieron ganas de correr..... muy fuerte.
M�rame como corro con el viento,
brincamos los charcos y el cielo.
Y ahora mas fuerte,
oye como el viento est� cansado,
pero yo corro a�n mas.
El viento qued� dos monta�as atr�s, en la nieve.
Y yo no me canso de correr.
Voy con el alba, ba�ando a las flores y al molino.
Disminuyo un poco para sentir al viento del sur ,
que me acaricia e invita a su viaje.
Pero su recorrido me es conocido ya.
Y yo quiero conocer lo que hay detr�s del fr�o.
veo un alcatraz, el m�s blanco y brillante de todos,
me poso en �l y galantemente me seduce su corola.
siento descansar, es tan c�lido que no puedo aludir el sue�o,
y duermo un rato.
al abrir los ojos, - creo que ha pasado una hora o un abril -
el pavimiento est� h�medo y los grillos bailan en el muro gris.
tomo el camino y enciendo una luz pero no hay una a mas de 13 varas.
Tanto que quema y ciega mis ojos.
veo mas luces a la distancia, que llenan una luna y tres varas,
avisando a su compa�era que la vuelta es a la izquierda.
yo tambi�n aviso mi vuelta, pero no hay otra que pueda estar cerca.
llego mas all� del fr�o, lleno de luz.
donde no usan abrigos
y yo con mis guantes siento los huesos de hielo.
golpeteos en las l�pidas y grillos de llantas,
nubes sobre mi cabeza y empieza a llover muy fuerte...
y me dieron ganas de huir y no pude volar.
los brazos de las rosas me miran sin discreci�n,
y me voy con su salida.
s�lo huir un instante al abismo donde se prohibe pensar,
y estoy ah�.
que bello es este campo vac�o!
que descanso sin tiempo!
que dicha sin luz
que fascinante es flotar!
suspendida en el negro me dieron ganas de reir,
y grit� tan fuerte que romp� el cristal obscuro.
que presi�n en mis o�dos! Que velocidad interminable!
El miedo ces� y a lo lejos observo un �rbol muy grande,
Cos sus brillantes hojas verdes, y su suave tronco fuerte.
Sobre �l, dos ni�os jugando a ser grandes.
- aprender de ellos otra vez -
cayeron tres hojas.
que retumbaron con el trueno de neptuno envidioso
un brillo c�lido penetra en las alas,
y despu�s se pierde en el mar.
la lanza de perlas doradas con el c�lido brillo marino,
rompi� la duda.
la inocencia vol� ma all� del mar.

No me digas que tu vida es ahora la hierba y las espigas.
Ni que dormiste tres abriles y tu mente vive igual que siempre.
Porque por mi han pasado tres oto�os y un mar de azul muy fuerte.
No me digas que ahora buscas el brillo en los candiles
y que no te importa la luz que ri� hace tres veranos:
cuando los grillos tocaban y las luces se mov�an,
cuando jugabas con el viento y cronos se ocultaba.
No me digas que ahora vienes por el capullo marchito de mi vientre,
por que s�lo queda un jard�n de mil rosas silvestres,
Ni tampoco que no quieres el brillo del mar en mis ojos.
Por que a�n sigo buscando el roc�o y la brisa,
el viento del oeste y la sal de tus dientes.
No me digas que vienes a qedarte y que volver�s ........siempre.
Ni que a�n queda mi recuerdo azul en tu mente.
Por que s�lo fueron sombras arrastrando sus doradas cadenas de espinas,
que caminaron siempre en mis sue�os.
Ya no me digas nada,
y no me des tu boca porque doy mis alas.
Que no ves que ya no existe la sangre que te di?
que s�lo est� un oc�ano que grita y se va.
Ni mucho menos me des un d�a por que busco tres ma�anas,
que ser�n una noche que nunca se acaba.

Se ha ido la gaviota con las alas de abeto.
y el lago ahora solo como al comienzo.
Rodeado de espigas doradas y plantas de fuego.
Cantando a la luna y durmiendo en sus cabellos.
pagar�a con su sangre por que el viento navegante la trajera.
viajar�a hasta los alpes, si esto posible fuera.
por tener s�lo un instante la mirada pura, suave:
las alas frescas, grandes y fuertes de la gaviota pasajera.
pero sus brazos no le alcanzan para poseer todo el mundo para ella.
y su mirada no va mas all� de la luna buena.
su coraz�n no le permite el olvido, hay cuevas profundas,
que ni �l hab�a descubierto.
el verde que le incita a la b�squeda.
y el rojo que impide encontrarla.
conforme el vientoo jugaba,
el lago se consum�a entre el llanto de unas alas
y en unos de esos grises d�as de malos sue�os,
el se�or navegante con alas de grandeza,,
le reconforta al decirle que la ha encontrado,
despu�s de muchos pa�ses y estados.
a su ni�a de pureza, si aquella con la que tanto so�aba.
se la tra�a para siempre entre el dorado y la ma�ana.
todo el brillo y la belleza de un lago triste le brotaba.
cuando con ansiedad, euforia y alegr�a por ella preguntaba.
el capit�n dej� caer sobre la tierra �rida y seca,
miles de gotas...esmeraldas diminutas.
peque�as escarchas verdes que convert�an la tierra en un g�lido mar.
el lago y el mar se unieron
el dorado y el verde por fin juntos est�n
unas alas de ofrenda al viento.
el az�l sobre sus ojos y la luna quiere llorar.
un par de manos juntas la eternidad.

Luchando contra el sue�o.
Evitando que me tomes en tus brazos,
para no perderme en ti.
Pero cuando llegas y susurras
invit�ndome a tu reino.....
cedo y me voy en tu aliento
<
Porque me ofreces tu tibio lecho,
con suaves s�banas blancas,
que me niego a resistir...
Pero el amanecer me aleja,
Cada vez mas de ti.
Contente.....
Por favor.....no luches mas por mi...
Que dejar mi vida me cuesta:
mil l�grimas y una promesa.
S�lo dame tiempo.
Unos cuantos granos de tu reino.
Alg�n d�a estar�mos eternos
y podr�s mi sue�o sentir.

Nac� monarca tal como tu basallo,
y el tiempo siempre mi aliado;
cosechaba en mi fuerzas para seguir los a�os.
Nunca muri� una hoja sin pasar por mis manos.
Despu�s lleg� el momento.
Siendo la esperanza de mi camada,
Form� mi capullo de sue�o:
Y en �l pas� mi letargo.
>
Cuando el minuto form� su hora,
paralelo a �l, buscabas fuego.
Pusiste tus brazos en mis desvelos.
Abr� mis alas y estabas en mi cabello.
Fue tan r�pido que le ganaste al tiempo.
Rompiste los p�talos por mi aroma de viento.
Los tornaste rojos siendo negros,
y al viento tierra que lloraba.
Ya no pude emprender el vuelo,
me qued� en la flor de sea roja.
No puede conocer el mar
que vuela toda mariposa.
Dej� la paz por la vida,
convert� mis alas en espinas.
La herida en hielo que brillaba,
y mi sonrisa en una espada de garras.

Miro la pradera en tus ojos.
Esa pradera sin paredes, ni s�banas,
de verdes hojas y suaves almohadas.
Donde el viento jugaba a esconderse en mi espalda,,
y t� locamente lo buscabas.
Al encontrarlo enrollado en mis piernas,
luchabas iracundo por desprenderlo de tus alas.
cuando el silencio tom� al viento,
nosotros muy r�pido,
nos fuimos a conocer lo profundo de las hojas.
quer�a evitar que la serpiente enfiureciera a mi esmeralda preciosa.
pero que extra�o:
la profundidad es la misa pradera.
que importa! Si son dulces las rosas de tu boca ciega.
descansa mi pecho dormido en tus verdes labios de olvido.
mis manos van conociendo cada lado, cada corte, cada �ngulo de tu cuerpo.
que suaves son tus piernas� que dulces tus caderas�
�que c�lidas las manos en mi esfera!
hoy tu cueva lejana a�n est� muy cerca.
el brillo ed esperanza alumbra el t�nel de amargura.
�que hermosas las aves! �que inocente la luna�
�que deliciosos son los vasos cristalinos de la aurora�
� que desesperaci�n no poder abarcar toda tu alma en mi boca�
tu barba en mi cuello,
y tu boca no me deja de besar.
Esa risa tuya que me envuelve en un capullo celeste.
queme impide detener.....
giro mas y mas....
que lejos est� la pradera,
que lejos y que cerca tu mirar,
Mi esmeralda fijitiva:
recuerdas las piernas de marmol humedecidas?
los ojos caf�s llenos de alegr�a?
por que yo recuerdo el tiernoo aroma de tu frente
y tus verdes labios de nieve.
verdes ojos de olvido:
vuelvo a ver la pradera en tu mirar.

El hombre bajo las s�banas.
Por fin se desprende la rosa blanca,
lentamente........yace en la sada.
El brillo de la plata llama a mi piel,
que grita y luego r�e.
Sangre cantando por su llegada.
penetro a la luz de seda.
que delicada recorre mi fr�o
y susurra a mi sue�o.
Seda que perturba a mi mente y pierdo la mirada.
Desgarra mi piel con el fuego de tus alas
<
y suavemente devora mi vientre.
Mis piernas se funden con sus labios
y los m�os protegidos en sus manos.
El hielo comienza a arder,
Emitiendo un gran fuego lozano.
Mi pecho en tus manos sonriendo,
tu coraz�n en mi vientre,
queriendo penetrar mas all�.
Piernas de arena que no paran de sangrar.
Mi boca miente en tu cuello,
tu sangre fluye por mis senos.
Tus dientes incrustados a mi estrella
y mis manos acariciando tu luna.....
Ardiente y obscura.
Cubrimos la pureza
con la sombra y el viento.
Las espinas nos inyectan
la fiebre que no deja de girar.
Pero el brillo de plata
se desvanece en el rojo que torna todo gris.
No temas....... que yo volver�,
Con el brillo de plata y la luna en mi piel.

Un tronco hueco que la noche cubre.
Una mujer tratando de llorar.
la ilusi�n de una mariposa volando hacia atr�s,
se incrusta suavemente
en mi piel que sangra por no llorar.
veo claramente a la mariposa
sufriendo pos sus pesadas alas de marfil.
mis brazos se despegan lentamente,
y no los puedo alcanzar.
Corro desesperada pero algo me jala muy fuerte en mi espalda.
Retorcedo y retrocedo
sin poder llegar a un fin
cada ves mi espalda se cansa mas y mas.
es demasiado el cielo que tiene que elevar.
Demasiada la escarcha jugueteando con la piel que no puede sentir.
No hay polen blanco, ni p�talos de azul,
S�lo grillos muertos,
que el malvado viento mueve a su disposici�n.
Mis pesadas alas ya no puedo sostener,
acerc�ndose co n mas fuerza a la tierra caf�.
Las alas sepultan mis malos sue�os.
obscuridad, vac�o, tristeza y desvelos.
marfil, sangre, tierra y sue�os.
Una fosa vac�a con mil l�grimas que se tiran.
Otras alas est�n por volar.